El viernes se inaugurará en Filipinas la primera edición de la Copa Mundial Femenina de Futsal de la FIFA™
La inversión de la FIFA en el deporte ha propiciado un desarrollo transformador
La participación femenina en el futsal y su presencia mundial siguen creciendo
Esta semana, el futsal atraerá la atención del mundo con la inauguración el viernes en Filipinas de la primera edición de la Copa Mundial Femenina de Futsal de la FIFA™. En esta competición histórica, que se disputará del 21 de noviembre al 7 de diciembre, se coronarán las primeras campeonas del mundo de futsal. Se trata de un hito para el deporte que no hubiera sido posible sin una considerable inversión de la FIFA a través de sus torneos y del Programa de Desarrollo Forward de la FIFA, que desde 2016 ha alcanzado más de 100 millones de dólares.
A partir de este viernes, 16 de las mejores selecciones del mundo (incluida Brasil, líder de la Clasificación Mundial Femenina de Futsal de la FIFA) se darán cita en la ciudad de Pásig, ubicada en el área metropolitana de Manila, para competir por el trofeo.
La historia de los Mundiales de futsal de la FIFA comienza en Países Bajos en 1989, con la primera edición masculina. Desde entonces, se han diputado nueve ediciones.
Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ensalzó la competición femenina, a la que llamó "verdaderamente innovadora", y señaló que proporcionará a las mejores jugadoras de futsal el escenario mundial que se merecen.
La elección de Filipinas como país anfitrión es otro avance importante para el desarrollo del fútbol y del futsal en el país, tras el debut histórico de su selección nacional en la Copa Mundial Femenina de la FIFA™ en 2023.
La Copa Mundial Femenina de Futsal de la FIFA™ supone un acontecimiento memorable y la continuación de una inversión estratégica a largo plazo de la FIFA, destinada a acelerar el desarrollo del fútbol y el futsal femenino en todo el mundo. Desde la puesta en marcha del Programa Forward de la FIFA en 2016, el organismo rector del fútbol mundial ha invertido continuamente en el futsal masculino y femenino, para garantizar que los talentos más destacados tengan una plataforma mundial. Parte de esta estrategia incluye cuotas de organización para albergar Mundiales de futsal, con ejemplos específicos como Colombia 2016 (12 millones de dólares), Lituania 2021 (15 millones de dólares), Uzbekistán 2024 (15 millones de dólares) y Filipinas 2025 (14 millones de dólares). Más allá de estas ediciones, hasta finales de 2024, la FIFA ha destinado a través del Programa de Desarrollo Forward de la FIFA 29 millones de dólares adicionales a proyectos relacionados con el futsal en el mundo.
Las inversiones se han traducido en el crecimiento exponencial del futsal femenino, como queda patente con la participación de 79 selecciones en la fase preliminar de Filipinas 2025, que contará con 16 equipos.
Esta popularidad también quedó reflejada en la edición de agosto de la Clasificación Mundial de Futsal Femenino de la FIFA, a la que accedieron doce nuevas selecciones. Además, el futsal femenino está alcanzando la paridad en diversos continentes: los torneos que organizan las confederaciones han pasado de dos en 2016 a seis en 2025. Además, en lo que llevamos de año, las jugadoras han disputado 232 partidos internacionales oficiales.
Más allá de las estructuras competitivas, la FIFA mantiene el compromiso de incluir profesionalización y tecnología. En mayo de 2024, la FIFA formalizó un sistema de Clasificación Mundial de Futsal masculina y femenina, que actualmente se usa para determinar la asignación de los bombos en los sorteos de las competiciones. Asimismo, la FIFA puso en marcha en la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Lituania 2021™ un sistema de revisión en vídeo (parecido a la versión económica del videoarbitraje en el fútbol), que también se ensayó en competiciones juveniles y en el Mundial de futsal celebrado el año pasado en Uzbekistán.
Albergar un torneo de la FIFA deja además un legado importante. Por ejemplo, la Copa Mundial de Futsal de la FIFA Uzbekistán 2024™ propició la construcción de dos nuevos pabellones polivalentes y la renovación de seis pabellones de entrenamiento con estándares de la FIFA. Aquella edición hizo posible que el equipamiento esencial (como superficies de madera portátiles, marcadores y porterías con certificación FIFA Quality) siguiera a disposición de las comunidades en recintos reconvertidos en centros de futsal base y amateur. Además, la transferencia de conocimientos resulta fundamental. En 2024, 207 ciudadanos de Uzbekistán formaron parte del Comité Organizador Local y obtuvieron experiencia de primera mano en la gestión de una máxima competición de la FIFA. También Filipinas busca conseguir un legado duradero, con el refuerzo de sus infraestructuras de futsal, programas para las bases y oportunidades para que las mujeres practiquen el deporte. Ahora que faltan muy pocos días para su inauguración, todo está listo para vivir una competición apasionante que motivará a las nuevas generaciones y seguirá consolidando el futsal en los escenarios mundiales.